Hace tiempo ya escribí un post hablando de lo nocivas que son para la salud las relaciones de «Ni contigo ni sin ti», pero ayer escuchando el programa de mi amiga Lucía Jiménez, de www.ytuquequieres.es en Gestiona Radio (excelente programa que recomiendo), me apeteció seguir hablando un poco mas de ese tipo de relaciones.
Y es que es cierto que son muy nocivas, que te dejan emocionalmente avasallado y que hacen de tu vida un infierno. Si quieres vivir tranquilo o tranquila es mejor dejarlas atrás. Sin embargo, en el programa también había una tertuliana que comentó que una vez en la vida había que vivirlas. No pude por mas que estar de acuerdo.
Yo he tenido el placer/dolor de vivir alguna relación de este tipo, y tengo que decir que aprendes un montón, y que después de eso nunca nada vuelve a ser lo mismo. ¿Y por qué hay que vivirlas? Porque aprendes muchísimo de relaciones, de seducción, de estrategias…son básicamente una escuela de vida.
Entonces, ¿dónde está el problema? El problema está cuando conviertes eso en un modo de vida eterno, que dura siempre, y no conoces otro tipo de relación. Porque este tipo de relaciones, no solo tienes que aprovecharlas para aprender qué cosas puedes hacer, sino también qué cosas no son buenas para siempre. Quizás deberían aprovecharse para aprender que merecemos relaciones respetuosas, en las que no solo se nos quiera, sino se nos quiera bien.
Por lo cual, si estás inmerso en un tipo de relación de este tipo, mi propuesta sería que le pongas una fecha límite. Pienso que a veces nos quedamos en este tipo de relación porque pensamos que al final va a “acabar” bien, término curioso, porque lo mejor sería que pensásemos que va a “continuar” bien. Si eso es lo que crees, yo no soy nadie para contradecirte, pero como mínimo establece hasta qué fecha, o qué ocasión va a ser la que marque el desenlace. Si después de esto no obtienes los resultados que quieres, o la relación que quieres para tu vida, quizá lo mejor sería cortar para siempre.
Mientras tanto, no me queda otra que decirte que la disfrutes muchísimo, porque el programa de ayer me hizo recordar que aunque sufres muchísimo, este tipo de relaciones también son inmensamente pasionales, probablemente porque no hay bien sin mal, ni pasión sin dolor; y cuánto mas extremos son los polos mas intensas son las sensaciones que lo acompañan.
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