by Angela Covas | ago 28, 2014 | Cuento, desamor |
Gerardo estaba sentado al borde de la piscina. Ella se deslizaba por la superficie, movía los brazos formando un arco perfecto y luego lo hendía sin levantar una gota. Su respiración constante acompañaba el movimiento de la cabeza. No se cansaba de contemplarla. Ella...
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